viernes, 4 de octubre de 2019

Yo, Pingüino


He was a no one, a zero, zero, now he's a hot shot, he's a hero. Here was a kid with his act down pat from zero to hero in no time flat. Zero to hero just like that.

(Fragmento de la canción “Zero to Hero” de David Zippel)

¿Villano yo? La diferencia entre “héroe” y “villano” es nada más el tiempo; hoy soy villano, mañana seré héroe, todo dependerá del humor social del momento… y yo entiendo muy bien eso aquí, en mi ciudad.

Sin modestia alguna, soy alguien que comprende y conoce esta ciudad, más que el hipócrita murciélago vigilante, él no acepta a Gotham City como es, él quiere cambiarla en algo que no puede ser ni será nunca. ¿Eliminar la corrupción? ¡Ja, ja! Acaso, ¿alguien en la historia del mundo lo ha logrado? Lo único que le queda al bati-estúpido ése es tener descendientes igual de psicópatas que él que lo sigan intentando cuando lo maten porque si esa es la meta, su batalla es interminable. Por eso, porque no la acepta así como es, él no ama a la ciudad realmente. Yo sí.

He podido emigrar a Metrópolis o a Central City; incluso a Washington, ahí junto al poder político de este país, pero siempre y sin dudarlo he elegido ésta, mi ciudad.

Pero no la amé siempre. Mi apariencia física me aseguró una niñez muy difícil incluso siendo un Cobblepot, familia centenaria, familia que me despreció junto al resto de la ciudad y que me alejó a los rincones más oscuros donde me vi forzado a entender el fondo y las formas de la vida en los bajos fondos. Por eso soy un verdadero habitante de Gotham. Yo viví y sufrí Gotham como nadie.

Odié mi ciudad aquellos años… pero hoy la amo; hoy comprendo que mi pasado me convirtió en el importante estadista que soy y que merece Gotham desde hace décadas.

¿Villano yo? Sólo sobrevivo y prevalezco. Tomo decisiones difíciles pero eso no me convierte en villano. He robado, he traficado y he matado pero siempre a favor de intereses superiores, mis intereses… y mis intereses son los de la gente de Gotham. ¿Quién ayuda a la ciudad mejor que yo? Mientras exista un cliente existirá un proveedor y yo soy EL proveedor sean ilegales o no mis productos y servicios. Que legislen lo que quieran en las cortes y en las cámaras. Las leyes de las calles, las leyes que realmente importan y funcionan, las promulgo yo incluso desde la cárcel.

He estado en prisión y hasta en ese maldito asilo de locos… ¿loco yo? ¡Por favor! Más locos están el “hombre murciélago” ése y el payaso que juega con él. ¡Ah, el payaso loco! Así, loco, me agrada muy a menudo; a veces me incomoda lo errático e imprevisible que es pero me agrada en general y, lo más importante, mantiene ocupado al murciélago.

¿Villano yo? ¿En serio? No solo soy emprendedor, soy político y en la política no existen los villanos mientras no seas de la administración pasada y aunque lo seas solo basta mantenerse vigente en la nueva y yo sé estar presente en la agenda social. ¡Que hablen mal del Pingüino! Que hablen lo que quieran mientras hablen de mí.

Por cierto que yo soy “El Pingüino”. ¿Creen ofenderme llamándome así? El primero que lo hizo allá en los tiempos de Don Falcone (Dios lo tenga en su regazo) ya no está hoy para confirmarlo; me “encargué” de él, ruidosamente, y desde entonces el mote ése es sinónimo de amistad para el que me conoce de cerca y de miedo para el que no. Además “Oswald Chesterfield Cobblepot” dejó de existir hace mucho tiempo. Murió casi en el momento en que nació pero ya les conté suficiente de mi familia.

¿Villano yo? Tal vez hoy yo sea el villano pero mañana lo será el murciélago, ya conozco a mi gente, y yo seré considerado el mayor benefactor de la ciudad incluso por encima de los Wayne.

¡Mejor aún! Mañana seré alcalde de Gotham, ¿por qué no?

- Roy Lobo (4.oct.2019)
Inspirado en las historias y personajes de DC Comics, Bob Kane y Bill Finger

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